Para el lanzamiento de su nuevo perfume masculino, Issey Miyake, en colaboración con el realizador Ryan Hopkinson, nos transporta al corazón de una noche misteriosa, en medio de un paisaje colosal donde los destellos de la luna destacan los relieves de una naturaleza gráfica y majestuosa.
Travesía que inicia bajo la sombra protectora y benévola de la luna que sirve de guía al hombre que camina solo, cargándose con la fuerza de los elementos nocturnos, para encontrar en ella una nueva energía.
Por la noche, las emociones se amplifican, se magnifican, y las sensaciones se extreman. Los puntos de referencia se alteran: inmersión y zambullida para descubrir un nuevo mundo.
Audaz y libre, valiente, el hombre de Nuit d’Issey impone admiración. Listo para vivir todas las experiencias, dispuesto a aceptar los desafíos, se sumerge. Después de su fuga, resurge cargado de un poder de atracción natural… mensajero de este nuevo perfume.
Aferrado a la noche.
Noche oscura, iluminada por una luna llena, sobre un mundo donde el frasco flota y se desliza majestuoso sobre los elementos.
Magia de la atracción lunar.
Fascinación de Nuit d’Issey.
Clásico en las fragancias masculinas de Issey Miyake, el frasco se vistió de negro para celebrar la noche. El cristal, elaborado entre luz y sombra, pasa de un degradado ahumado a un negro acanalado, un monocromo abstracto trabajado en la materia. En el color negro del cristal aparece el reflejo de la luna y su halo de luz en la superficie del agua. Opaco, de un negro profundo, el tapón juega con la matidez mientras reposa con elegancia sobre el frasco.